Como es tradición en Francia, desde 1990 se lleva a cabo la Semaine du Goût (o en español la semana del gusto o la semana del sabor). Es un evento nacional que tiene como objetivo agrupar a la industria francesa de alimentos, a reconocidos chefs y a instituciones escolares para reflexionar sobre el papel de la comida – y todo lo que hay detrás de ella – con actividades lúdicas.

Siguiendo la tradición gala, el Liceo Franco Mexicano no se quedó atrás, y en la semana del 13 al 19 de octubre, se llenaron los salones con deliciosas actividades.

Los alumnos más pequeñitos, tanto de nuestro plantel de Polanco como de Coyoacán, lograron identificar las diferencias entre los sabores:

• Dulces
• Salados
• Amargos
• Ácidos y
• Umami (un sabor presente en quesos curados, tomates maduros o productos fermentados).

Además, se involucraron en los procesos para hornear unos panqueques; batiendo, midiendo tiempos, cantidades, limpiando y poniéndoles mucho amor.

Fiel a sus principios pluriculturales del Liceo, se prepararon crepas francesas adaptadas a los ingredientes mexicanos, pero también conocieron productos endémicos mexicanos como las tunas rojas o pitayas. De igual forma, descubrieron la variedad de alimentos que existen dependiendo de las regiones y las estaciones del año, procurando el consumo local y de temporada.

Los alumnos de collège expusieron a alumnos de élémentaire platillos de Alemania, India, China, Nigeria, México, Turquía, entre otros, hablando sobre su historia, mezclas culturales, rutas comerciales y la importancia de mantener la cocina de casa estando en otro país.

Por otra parte, se hizo conciencia sobre el papel de la tecnología en los alimentos y la relación de sus cuerpos con la naturaleza. Por ejemplo, dibujaron cadenas alimenticias e hicieron pícnics en las áreas verdes. Es destacable todo el esfuerzo que sus familias hicieron al mandar platillos desde sus casas, con el entusiasmo de compartirlos con sus compañeros.

Finalmente, dedicar una semana al buen comer y a sensibilizar a las infancias sobre la nutrición y para tomar acciones para evitar el desperdicio de comida, es una de las ventajas de una educación francesa en México.